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viernes, 19 de septiembre de 2014

Cantinflas

Confesiones cantinflescas 

No lo puedo negar, por lo menos en cuatro ocasiones, se me puso la piel de gallina al ver la película Cantinflas, mucho de ello gracias al trabajo del español Óscar Jaenada, que en ningún momento le escuché el acento español, responsable de la construcción actoral, transformación física y dominio del acento que el mismo Mario Moreno hacía al caracterizarse del “peladito”, con su carisma, su palabrería entrecortada y esa gran capacidad de decir mucho y nada a la vez.  


Continúo con mis confesiones, desde que aparece Mario Moreno en la pantalla, uno lo ve y se olvida del actor, punto a favor de que Jaenada no sea una figura conocida en México, cosa que no ocurre con los actores y actrices que interpretan a las celebridades que tanto identificamos de nuestra industria cinematográfica, salvo honrosas excepciones como la de Luis Gerardo Méndez, interpretando al cómico ruso Estanislao Shilinsky, Ilse Salas como Valentina Ivanova, esposa de Mario Moreno, Gabriela de la Garza como Olga Ivanova,su cuñada y Barbara Mori, interpretando a la actriz británica-estadounidense Elizabeth Taylor. Caricaturizados quedan Ximena González-Rubio (María Felix), Adal Ramones (Mantequilla), Ana Layevska (Miroslava Stern), Joaquín Cosio (Indio Fernández), Diana Lein (Vitola) y Otto Sirgo (Andrés Soler), por mencionar sólo algunos, su presencia sólo avala la producción.  


Al principio, por un momento, sí me resultó algo confuso el entendimiento de las dos partes en las que podemos dividir la película; la primera de ellas, con los brincos sistemáticos de la vida de Mario Moreno, desde los inicios de su carrera en las carpas, hasta uno de los momentos climáticos, ya como un actor reconocido, con la cercanía de la rueda de prensa en la que se anunciaría su participación en La vuelta al mundo en 80 días, una gran producción hollywoodense de su tiempo (1956), que le valdría un Globo de Oro como mejor actor, y a la película cinco premios Oscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood. En la segunda parte, hablada en inglés y desarrollada en su mayoría en los estudios United Artist, destacada es la actuación del coprotagonista Michael Imperioli como Michael Tood, productor responsable del debut cinematográfico de Cantinflas en la industria cinematográfica estadounidense.

 A lo largo de la trama, vemos a manera de sketches algunos momentos cómicos de las  películas consideradas representativas o indispensables en la filmografía de Mario Moreno, para algunas personas, estoy seguro les parecerá una mala imitación del cómico, para otras, en las que me incluyo un momento agradable de nostalgia, es en ese momento en el que el verdadero sentido de la película llega, una cinta que no es biográfica, es más un honroso homenaje al cómico, que va más allá del lado oscuro, que como cualquier persona, Mario Moreno tuvo a lo largo de su carrera como actor, como fundador y dirigente de la Asociación Nacional de Actores, y en su vida privada al lado de su esposa.  

Finalmente confieso, Cantinflas me parece una película en la que vemos a una persona de carne y huesos, con muchos sueños, pero también con muchas ganas de trabajar, de salir adelante y nunca vencerse ante las adversidades, dándole la buena cara a la vida ¡Ahí está el detalle chatos y chatitas!



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Pa´saber…

De acuerdo con datos proporcionados por la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine), la película Cantinflas tuvo un ingreso acumulado en su preestreno el 16 de septiembre de 13 millones 229 mil 604 pesos, con un total de 287 mil 157 asistentes, con un total de 850 copias de la cinta.

Cantinflas, es la elección oficial de la AMACC  para representar a México en los Oscars.

Fuente:
www.videocine.com.mx